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miércoles, 17 de abril de 2024

CRUZANDO EL ATLÁNTICO

 

Esta semana ha aparecido una patera con nueve cadáveres en las costas de Brasil, por la documentación que traían los cuerpos se cree que había salido de las costas de Mauritania con destino a las Islas Canarias.

En algún momento de la travesía la patera desvió su rumbo quedando a la deriva, cruzó el atlántico para terminar arribando en las costas brasileñas el pasado 16 de abril. Presumiblemente serían muchas más personas las que ocuparan la embarcación y los cuerpos encontrados  sean de las últimas personas en morir.

Si un trasatlántico tarda en cruzar el océano atlántico unos 20 días, dependiendo de lo establecido que estén los vientos alisios ¿cuánto tiempo estuvo esta embarcación a la deriva? ¿cuándo comenzaron a morir sus ocupantes? ¿cuánto terror tuvieron que soportar y durante cuánto tiempo? ¿eran conscientes del peligro que corrían al embarcarse? ¿por qué no hay noticias de las pateras que salen de los territorios ocupados por Marruecos del Sáhara Occidental, una ruta más cercana a las Islas Canarias?

Toda persona que emprende un viaje de estas características es consciente de los peligros que corre, las noticias de muertos y desaparecidos llegan a los países emisores de una forma mucho más traumática que a Europa, pero nada tiene que perder el que no tiene nada y la esperanza de llegar a Europa es superior a los riesgos y el peligro que tienen que afrontar.

El viaje en barco es solo un peligro más que tienen que encarar las personas migrantes en su trayecto y una vez que han llegado al punto de embarcar ya han superado muchas situaciones peligrosas.

La pregunta que debemos realizarnos desde la comodidad que disfrutamos es ¿cómo debería de ser nuestra vida para que al tomar la decisión de migrar, morir sea un riesgo asumible?

“Malos tiempos aquellos en los que la gente corriente ha de comportarse como héroes para sobrevivir” Joseba Achotegui

lunes, 8 de abril de 2024

LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO

 El Estado es la única organización que tiene legitimado el uso de la violencia y para ello cuenta con una estructura lo suficientemente extensa como para abarcar todos los ámbitos en los que sea “necesario” el uso de la misma.

El Ministerio de Defensa en España cuenta con un importe de más de 12.000 millones de euros y el de Interior con más de 9.000 millones de euros. Estos dos ministerios dirigen la mayor parte de la fuerza coercitiva del Estado, contando con Ejército, Guardia Civil y Policía Nacional. Del mismo modo estos cuerpos disponen de material e infraestructura de todo tipo para ejercer su función, desde buques, helicópteros, armamento… y su personal está entrenado para ejercer la fuerza en caso de necesidad.

Partiendo de estas premisas, la tragedia sucedida en Barbate, donde dos Guardias Civiles son asesinados por narcotraficantes que los arroyan con una lancha de mejores características que las que usa la Guardia Civil, no tiene ninguna explicación.

Otro tema a tratar (que quizás lo haga en otro momento) son los motivos por los que en ciertas zonas de España el tráfico de drogas es un “nicho de empleo” consolidado, pero en esta ocasión analizo porqué un cuerpo que tiene acceso a la más alta tecnología, los mejores medios y un entrenamiento especializado se enfrenta en una clara desventaja con una banda cuyo fin es el traslado de droga.

Durante el último temporal, hemos podido ver un grupo de “narcolanchas” agrupadas para protegerse del temporal sin que se actuara contra ellas. Estando prohibidas en España, su sola presencia es motivo para que sean intervenidas, sin embargo la impunidad con la que se mueven por nuestras costas es pasmosa.

Roberto Saviano, en su libro “Gomorra” explica y demuestra como el narcotráfico ha impregnado todas las capas de la sociedad, desde aquellos que invierten su dinero en él, hasta los pobres que se ven arrastrados a participar en los medios de distribución.

Si los medios de fomento del empleo en las zonas donde el narcotráfico está implantado, no funciona, si los medios coercitivos como las penas de cárcel a la que se enfrentan los que se dedican a la tráfico de drogas no son lo suficiente como para disuadirlos de dedicarse a ello, entonces los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (en este caso la Guardia Civil) debe de disponer de todos los medios a su alcance para poder desarticular la infraestructura de los narcos. A fin de cuentas son ellos los que libran la batalla en primera línea y en sus manos está librar nuestras calles del veneno que acabó con toda una generación en los años 80.

A las fuerzas y seguridad del Estado, se les exige que tengan una respuesta proporcional al riesgo en el que actúan, en el caso de Barbate si hubiera sido así, no hubieran sido asesinados dos Guardias Civiles de la forma en que lo hicieron.

Cuanta más debilidad muestre el Estado en su lucha contra el tráfico de drogas más fuerte se harán las organizaciones que se dedican a ella, no solo porque ganaran más dinero con el que comprar voluntades y materiales, sino porque en la sensación de impunidad del traficante residirá su fuerza para enfrentarse a aquellos que deben defendernos, y si eso sucede perderemos todos.

“Las mafias no temen a los escritores, temen a los lectores” Roberto Saviano.